"Cadaver perturbado"

martes, 5 de enero de 2010

Sentimiento de cadáver VI

De vuelta al complejo camino en el firmamento lujurioso de un simple sueño, lleno de situaciones imprecindibles o eventos sobrenaturales, sobre la extensa pradera voluptuosa decorada con grandes torres verdosas de ramas fuertes y sabios consejos. Un cielo vigoroso y resplandeciente, un sol que galopó hacia el amanecer, que se oculta tras las colinas donde la luz se asoma, forjando una noche plácida, esta vez sin lluvia a la vista.
No importaba el tiempo ni el clima, galopaba con un furor demente, como si la fervorosa sangre guerrera de mis antepasados me corriera por las venas con un fuego nuevo.

Y la hierba reverdecía alrededor de las patas del corcel, de pronto se disiparon las tinieblas; y los árboles del bosque gemían, y conocían el pánico, y huían y morían, y los vientos de la ira pasaban nuevamente sobre ellos, un gran acontecimiento estaba próximo a ocurrir. Una grandiosa lanza de luz que nacio de las alturas de los cielos ocaciono una enorme exploción muy cerca de las colinas, y una aurora de magia se mantuvo flotando en la atmosfera del lugar.
Después de la tempestad que acababa de ocurrir, se sintio una plena calma, y la mágica aurora seguia flotando.

Me encontraba mirando aquella luz que hacia ningun daño a la vista, la gloriosa luz fue tomando forma en lo alto de las colinas, su magestuosidad provenia de una mujer, ya que la forma de aquella luz me indicaba la femenina escultura de ese extraño personaje.
Y la luz se fue apasiguando, y asi pude notar más claramente los detalles de la magestuosa.

Habia perfume de mujer flotando por ahi, su dulce magia estremecio los pastisales, y la corona que adornaba su rostro era como una luz de infinito poder, ella era de color esmeralda, eso me extraño mucho y desperto aun más mi curiosidad. Llevaba como vestimenta un lujoso vestido turquesa con joyas que lo hacian aun más magestuoso, y una pechera como armadura del mismo color que su piel, dandole así un aspecto sensual,
guantes blancos, botas plateadas, y una invensible protección en el antebrazo, que parecia tener una acumulación de mágia intensa. Por último cargaba en su espalda, un saco de flechas doradas, tan resplandecientes, que aun de lejos se percibia su brillantes, ya que en la mano izquierda llevaba consigo su hermoso arco de oro puro, que desprendia grandes destellos de luz y, daba la impresión que estaba hecho a mano por su forma natural y a la vez perfecta.


La luna se hizo mujer, ya que aquella mística mujer era indudablemente la luna.
Y la luna se hizo mi fiel amiga, y juntos continuamos el viaje más apasionante de los siete universos.
Y el amor hacia mi dulce lua nunca desapareció, ni el mas fuerte conjuro lo hará desaparecer jamás.

Un horrendo ogro apareció justo delante mio, quede estupefacto por un buen rato. Por suerte el ogro se encontraba de espaldas y aun no se habia percatado de mi presencia, este parecia estar comiendo las exquicitas frutas que se encontraban en lo alto de los árboles manzaneros, saboreaba y saboreaba, hasta que desafortunadamente mi corcel dió un paso atras. El ogro se asustó. Al voltear, por largo rato nos observó, todos nos quedamos paralizados al ver el asqueroso aspecto de su rostro, hasta que repentinamente corrio muy enfurezido hacia nosotros, mis duendes se refugiaron detras de un árbol con mi amada guitarra y mi corcel rechinaba de pánico.
Me encontraba atrapado en la mano del enorme ogro enfurecido, su baba me cubrió por completo, pude notar todo su interior, el ogro estaba apunto de tragarme.
En aquel momento, solo pude imaginar los ojos verdes de mi amada inmortal, y luego todo se torno en blanco.

La magestuosa luna me salvo la vida con una flecha de luz que atraveso por completo la frente del enfurecido ogro, la sangre se convinó con la baba que ya estaba sobre mí y así este calló al suelo al instante. Mi cuerpo flotó en el aire gracias a los poderes que provenian de mi amiga, la luna. Y me acomodo suavemente sobre los pastisales, y con su mágia limpio la sangre del ogro que cubria todo mi cuerpo, y así la gratitud por el acto de amistad de aquella magestuosa fue infinito.

Cuando te duele mirar hacia atrás y te da miedo mirar adelante, mira hacia la izquierda o la derecha y allí estara tu fiel amigo, a tu lado.

El jóven héroe cadaver y su fiel amiga, la luna.

Adrián Agüero.

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