"Cadaver perturbado"

lunes, 4 de enero de 2010

Sentimiento de cadáver IV

Se sentia en toda la atmosfera del lugar, la tranquilidad plena, de una mágica tarde, en el bosque de la paz.
En mi mente estaba aun la mas dulce mirada, que en toda mi vida jamas conoci, juntamente con las claras
esperanzas de volver a verla.
Saque entonces de mi ligero equipaje, un album de fotos, el cual me proevia de recuerdos que calmaban mi alma, mi sed.

Agotado por el largo viaje que desempeñe hasta el momento, deje caer mi cuerpo sobre la suave pradera que arrullaba mi cansansio, como si se tratara de un simple dolor muscular. Entonces me relaje, y como si me lanzaran algun hechizo placentero, quede dormido, agredecido por los privilegios que la magestuosa madre tierra nos brinda.
Es irónico como las cosas cambian repentinamente, estaba convencido que la vida estaba en deuda conmigo, pero ahora, la sinfonia se torno calma, y la vida me dio una nueva oportunidad parar vivir vivo. Al igual que los arboles frutales adornan el extenso valle verde, la música adorna y regocija mi alma, brindandole la primavera a mi vida, para reconstruir el futuro, pues, solo aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado.

La vida es un instinto de desarrollo, de supervivencia, de acumulación de fuerzas, de poder, de mágicas sensaciones, de sueños, azañas, misticas montañas paradisiacas, logros alcanzados, y sobre todo, de amor. Desafortunadamente, de ves en cuando, aparece el extraño anciano, con toda su ira puesta en una larga tunica oscura y cabellera extensa, blanca en su totalidad y extremandamente lacia,
su piel pálida y en proceso de putrefacción, por extraño que paresca, sus ojos reflejan frialdad y timides, convinado con una corta sonrisa de satisfacción, y tan delgado que se podrian observar la forma de sus viejos huesos.


Desperté, y habian transcurrido tan solo un par de horas aproximadamente, la luna hizo por fin su aparición entre la infinidad de estrellas anciosas de ser vistas por algun sujeto que admire su particular belleza.
La noche en aquel lugar era algo aterradora, los arboles se encojian debido al fuerte viento que golpea sin piedad, arrancando salvajemente fuertes ramas, llevandolas al olvido. Me acurruque con mi corcel, mis 7 duendecillos y porsupuesto mi amada guitarra.
observe por ultima vez lo acontecido, y una fria mirada puesta en mi invadio de pánico todo mi ser, sí, era él, el extraño
anciano, definitivamente su aspecto era muy aterrador, y no habia que meditarlo tanto, para darse cuenta que el conjuro incandecente era inevitablemente para mí.

La sinfonia se torno tempestad, la pieza de violines solo lanzaban tonos mortales, algo similar al death metal.
Aquel extraño anciano representa la grandes pruebas o dificultades que te pone la vida, aún cuando piensas que todo esta bajo control, aún cuando piensas que la tranquilidad se apodero de ti, aún cuando la vida te sonrie en una magnifica aurora de calma, la visita menos bienvenida emprende la lluvia torrencial, gotas de sangre recorre por tu piel, conviertiendote en un cadaver más.

Eso hizo conmigo, aunque mi aspecto aun era normal, me senti como un cadaver destemplado, porque cada vez que sucede algun problema, la desesperación te respira de muy serca, y es asi como poco a poco te conviertes en un cadaver más.
Pero felizmente, ahi no acaba todo, gracias a Dios que en algun lugar de la tierra existe una tierna ada,
que tan solo con amor, apasigua la tempestad.
Solo debes encontrar a tu ada, aquella que tan solo al verla, magnifica tus ancias de vivir.

"No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada".

Buenas noches, mi amada guitarra.

Adrián Agüero.

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